Más de $ 6.400 millones ha invertido el Gobierno en este sector en los últimos siete años.
Mónica Cepeda encontró en las abejas la pasión de su vida. A esta zootecnista de la Universidad Nacional le sonó la idea de trabajar con estos insectos hace 10 años, debido a la conciencia que tiene por la protección del medioambiente.
“Con la apicultura –además de estar produciendo un alimento como la miel o el polen y de tener un beneficio económico– se genera también un bienestar ambiental. Sin el trabajo de las abejas no habría alimento porque ellas llevan el polen de flor en flor, y así las fecundan dándoles paso a las semillas y frutas”, señaló Cepeda.
Esta decisión de vida llevó a la joven apicultora a Guatavita, Cundinamarca, donde a los 2.900 metros de altura –y después de dos años de entender cómo funciona el ecosistema de esta zona alrededor de las abejas– instaló el criadero. Aprendió, por ejemplo, que a esa altura se produce más polen que miel.
En el 2010, Cepeda comenzó con la instalación de 12 colmenas y hoy ya tiene 30; cada una puede alojar entre 60.000 y 100.000 de estos insectos dependiendo de la temporada.
“El apiario en esa zona tan alta y fría ofrece bastante polen. Lo que hacemos es recoger este alimento de las colmenas cada ocho días”, comentó la apicultora.
El caso de Mónica Cepeda es un ejemplo del crecimiento que viene tomando la actividad de la apicultura en el país, que además de generar nuevos ingresos para los campesinos, es una alternativa para la sustitución de cultivos ilícitos en zonas como los Llanos orientales y de sustitución de minería ilegal en zonas como Antioquia y Magdalena.
De esta manera, del 2010 al 2017 más de 12.000 familias derivan su sustento con el manejo de colmenas. Entre los 27 departamentos donde se produce miel, Córdoba, Huila, Antioquia, Bolívar, Sucre y Meta aportan el 60 por ciento de la producción nacional.
El crecimiento de este sector se refleja, por ejemplo, en la producción de miel que en el 2016 fue de 3.228 toneladas con 100.881 colmenas; en el 2017 creció a 3.543 toneladas y para este año se espera producir unas 3.893 toneladas y 114.509 colmenas.
“A mí me ha permitido vivir de las abejas e interactuar con los apicultores que se interesan por los temas ambientales”, asegura la apicultora.
Entre tanto, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural reveló que existen en el país unas 110.000 colmenas que manejan 3.000 apicultores, y que en los últimos siete años estos productores recibieron más de 6.459 millones de pesos en incentivos, alianzas productivas y programas que impulsan la producción y el crecimiento del sector.
Fuente: El Tiempo