De acuerdo con la FAO, “la polinización constituye un proceso fundamental en los ecosistemas terrestres, tanto los naturales como los gestionados por el hombre. Es vital para la producción de alimentos y los medios de vida de los seres humanos y vincula directamente los ecosistemas silvestres y los sistemas de producción agrícola”. Esta afirmación permite dar un panorama general de la importancia de la labor por parte de las abejas melíferas. Ahora bien, también es indispensable mencionar que, aunque el trabajo de las abejas se ha visto enmarcado por su capacidad de potenciar la calidad de los productos hasta en un 75%, es también meritorio destacar lo que se puede obtener del trabajo en conjunto entre apicultores y agricultores por medio de la polinización dirigida.
De acuerdo con Alejandro Sánchez, de la Red de Expertos de Abejas en la Agricultura, “la polinización dirigida en cultivos es un proceso por el cual los apicultores trabajan dentro de cultivos aprovechables por las abejas, en los que se tenga la posibilidad de transformar las flores en frutos, y no solo hablando de cultivos frutales, sino que también se mejora las hortalizas, frutos secos y cultivos de semillas”. Alejandro Sánchez también destaca lo siguiente: “las abejas polinizan un porcentaje mayor que otros animales dentro de cultivos permanentes, semi permanentes o transitorios, con el propósito de que las flores se transformen en frutos aprovechables; lo que significa que hay un beneficio directo y positivo en la producción con un aumento cuantitativo de frutos, tamaños, calidad y en los grados Brix”.
Por otro lado, mencionamos un estudio realizado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de la mano de Corpoica1, en el cual se analiza cómo se mejora la productividad por medio del uso de la polinización dirigida en cultivos de fresa y mora comerciales; como resultado se obtuvo un incremento en la producción de fresa, pasando del 49% al 104% y, en mora pasó del 50% a mejorar en un 67%, gracias al manejo de abejas melíferas para implementar la polinización dirigida.
Ahora bien, esta práctica es posible gracias al trabajo en conjunto entre apicultores y agricultores ya que, si bien sus actividades han sido independientes; es necesario girar la conversación a la cooperación en equipo a la que se puede llegar con el fin de lograr grandes resultados en beneficio de todos. Por ejemplo, la polinización de abejas melíferas en cultivos puede llegar a aumentar su calidad de la siguiente manera:
- Aguacate 80%
- Cítricos 45%
- Manzanas 50%
- Fresa 60%
- Café 30%
- Arándanos hasta el 80%
- Hortalizas, semillas y frutos secos hasta un 30%
Teniendo en cuenta esta mención porcentual en el aumento de la calidad y mejoramiento de cultivos; Zaida Silva, Ingeniera Agrónoma y parte de la Red de Expertos de Abejas en la Agricultura, destaca que es de vital importancia tener un equipo de apicultores y agricultores capacitado para que se salga avante, esto solo se logra por medio del conocimiento específico de los polinizadores que se encuentran alrededor de los cultivos, así como el empezar a entender cómo y de qué manera se debe hacer uso de los productos de protección de cultivos para su aplicación. Por otro lado, también resalta que al poner en práctica la polinización dirigida, se obtienen resultados efectivos como el fortalecimiento y mejoramiento de la cadena productiva, es por esto por lo que destaca lo indispensable de la comunicación y el trabajo colaborativo para vigorizar labores entre apicultores y agricultores.
Abejas en la Agricultura es una iniciativa que promueve la coexistencia entre ambos sectores para el fortalecimiento de los cultivos, por medio del incremento en la calidad de estos. Asimismo, trabaja por encontrar una apertura al diálogo constante con entidades territoriales para visibilizar prácticas como la polinización dirigida y así resaltar que el trabajo colaborativo entre apicultores y agricultores sea posible.