Santa Rosa de Cabal,
Risaralda, Colombia.
El Convenio de las Naciones Unidas, de la ONU, en la Convención de Río 1992, decidió establecer la “Convención de Diversidad Biológica CDB”. En el año 2000, a partir de esta convención, surge la Iniciativa Internacional de Polinizadores (IIP), actualmente cuenta con numerosos proyectos en distintos países, con el objetivo central de evaluar el estado de los polinizadores nativos, su interacción con especies vegetales y el grado de dependencia del hombre hacía estos servicios ecosistémicos. Colombia junto a Bolivia, Brasil, China, Costa Rica, Ecuador, India, Indonesia, Kenia, México, Perú, Sudáfrica y Venezuela forma parte del denominado Grupo de países megadiversos obteniendo el mayor índice de biodiversidad en el planeta; el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), fue ratificado por Colombia en 1995. Este acuerdo global ha marcado la pauta para el diseño de las políticas, iniciativas y esfuerzos que comprenden la gestión de la biodiversidad en Colombia y el mundo.
Si bien, el sistema productivo de café es un agroecosistema en muchas ocasiones multiestrata, la fragmentación de la vegetación natural es una realidad que lo afecta. Por otra parte, estos fragmentos que constituyen bordes, no han sido estudiados desde el punto de vista de las especies florísticas, en general, botánicas que los conforman y del tipo de especies de polinizadores que encuentran alimento, refugio o material para la elaboración de colmenas y lugares de anidación en ellos.
Si bien, la literatura señala que indudablemente estas especies de himenópteros encuentran paisajes con deficientes recursos alimenticios (Holland y Reynolds, 2003),es necesario el estudio de los bordes y de las conexiones de estos en fragmentos mayores que conforman corredores ecológicos. El conocimiento derivado de este estudio constituirá la identificación de elementos estructurales y funcionales para el diseño de bordes ideales que favorezcan hábitats que promuevan dinámicas poblacionales de polinizadores.
Las abejas en la zona cafetera se encuentran ampliamente distribuidas y su presencia puede indicar sobre el bienestar de los ecosistemas. En el municipio de Santa Rosa de Cabal, Risaralda se encontró una relación importante entre los géneros como Apis sp., Augochloropsis sp., Neocorynura sp., Augochlorella sp., Halictus sp. y Lasioglossum sp. y las flores de plantas típicas del borde y la maleza asociada a los cultivos de café como Emilia sonchifolia, Impatiens balsamina, Bidens pilosa, Cuphea racemosa, entre otras.
Al ser importantes seres vivos, que tienen como labor principal para las plantas la polinización, debe resaltarse que en su ausencia, el intercambio de polen entre diversas flores no ocurriría o sería mucho menos frecuente, reduciendo así también la capacidad de producción de los cultivos de café.