La Ley 2193 del 6 de enero de 2022 o Ley de Fomento Apícola tiene mecanismos para el sector apícola, para fortalecer sus procesos de producción, asociatividad y comercialización de productos derivados de la apicultura. Es por esto, que es primordial establecer la necesidad de crear diferentes estrategias educativas para apicultores y agricultores en materia del fortalecimiento de actividades asociativas que permitan un diálogo entre el apicultor y el agricultor, a través de mecanismos como la polinización dirigida y también generar espacios pedagógicos sobre el correcto uso de productos para el cuidado de cultivos.
Para lo anterior, desde Abejas en la Agricultura consideramos necesario generar una política pública y conversaciones constantes con entidades gubernamentales y territoriales para acciones de la mano de las Buenas Prácticas Apícolas y Agrícolas. Es por esto que, destacamos algunos datos relevantes. De acuerdo con la FAO, la no aplicación de productos fitosanitarios puede ocasionar un 30% de pérdida de la producción agrícola de cultivos permanentes y transitorios, lo que significaría que, de 57 millones de toneladas de producción agrícola, 17 millones de toneladas se verían afectadas y 4.7 millones de las áreas sembradas con cultivos permanentes y transitorios se verían impactadas negativamente por la ausencia de neonicotinoides.
De acuerdo con los datos reportados por el ICA sobre los cultivos que usan productos para la protección de cultivos, se afectaría la producción de al menos 54 tipos de cultivos, entre los que se encuentran productos como: aguacate, uchuva, maracuyá, tomate de árbol, cítricos y gulupa, adicionales a los tradicionales como el café, banano y flores. Además, se verían afectados cultivos importantes para la seguridad alimentaria y la economía campesina, como maíz, cebolla, fríjol y varias hortalizas.
Es así, como resaltamos que la educación técnica es la clave para que apicultores y agricultores conozcan cómo y de qué forma mejorar el rendimiento de sus cultivos por medio de insumos tecnológicos que respalden la calidad de los productos y asimismo, la cadena productiva con el fin, de fortalecer, paralelamente la coexistencia como la mejor forma de llevar a cabo sus labores, sin que se trastoquen intereses y todos se
resulten beneficiados.
También destacamos que la importancia de las Buenas Prácticas Apícolas y Agrícolas, así como el Manejo Integrado de Plagas son la salida para que el trabajo colaborativo, sea próspero. Es así como desde Abejas en la Agricultura mencionamos la importancia que tiene la conversación y futura ejecución de planes estratégicos que busquen respaldar las labores del agricultor y del apicultor en su trabajo para que la cadena productiva siga su curso con mejor calidad y así se vele por el cuidado de las abejas en su labor de polinizar y se tenga el conocimiento verídico sobre el uso de los productos agrícolas.